Hola, estamos en temporada de fresas y qué mejor momento para hacer una rica mermelada. Ésta es de categoría extra, ya que contiene más de un 50% de fruta y la única diferencia con la clásica mermelada es su modo de preparación. Hoy la vamos a hacer con el microondas, la verdad es que no suelo utilizarlo mucho, pero para ciertas preparaciones me parece muy práctico y rápido. Vamos a preparar poca cantidad, para llenar unos 3-4 tarros medianos. Si queréis preparar más sólo tenéis que doblar la cantidad, pero ya será más incómodo en el microondas por la capacidad que tiene. Mi consejo es que envaséis la mermelada en tarros pequeños, así una vez abierto, habrá menos posiblidades de que se estropee (tranquilos, no dará tiempo, se terminará antes, jeje)
Ingredientes: 500g de fresas maduras450g de azúcar
1 chorro de limón
Modo de preparación:
Lavar las fresas, quitarles el pedúnculo y cortarla en 3-4 trozos (a mí me gusta así para que no queden trozos muy grandes, si te gusta encontrarte los trozos pártelas por la mitad y ya está).
Disponerlas en un bol hondo y regarlas con el zumo de limón. Taparlas y cocinar al microondas a 750W (suele ser la máxima potencia) durante 5 minutos. Sacar con cuidado de no quemaros, porque el vapor está muy caliente y remover con una espátula.
Añadir el azúcar y mezclar; volver a llevar al microondas, pero ahora hay que programar 20 minutos y cada 4-5 minutos tenemos que remover. A mí me surgió el problema de que por no estar atenta, se salió la mermelada del bol y tuve que limpiar todo el microondas(!y anda que no es pegajoso!). Tened muy presente que la preparación subirá como la espuma, entonces con abrir el micro y esperar unos segundos a que vuelva a bajar, solucionado.
Cuando termine el tiempo, tener preparados unos tarros bien limpios y secos y verter la mermelada, que en caliente está más líquida.
Ahora toca el momento importante, la esterilización; a mí me gusta hacerlo siempre en una olla con agua hirviendo, donde coloco los tarros bien cerrados y y dejo que el agua ebulla durante 15 minutos. Inmediatamente extraigo los tarros con la ayuda de un paño, los tapo y los dispongo boca abajo sobre un paño limpio. Así me enseñó mi madre y os aseguro que va de maravilla. Espero a que estén frios y los etiqueto (es importante señalar el día de envasado, así, según los tarros de mermelada que hagamos los iremos consumiendo por orden de fecha).
Dura igual o más que una mermelada comercial, pero os aseguro que está mucho más buena y tiene un color precioso, juzgar vosotros.
205 kcal/100g
Rica en azúcares sencillos, es decir de absorción rápida que proceden de la sacarosa (azúcar) y de la fructosa natural de la fruta.
El contenido en vitamina C que de forma natural es elevado, al cocinar la fruta se reduce a la mitad aproximadamente, a unos 17 mg por cada 100g de producto.
¿Para quién se aconseja? Pues por su elevado contenido en azúcar, por supuesto está prohibido a los diabéticos y a personas con los triglicéridos áltos. Para dietas de control de peso, es importante tomarlo con moderación y sólo de manera eventual.
Para el resto, os aconsejo tomarlo por ejemplo con el yogur, con queso fresco, requesón o con unas tostada, pero siempre con moderación.
Espero que os guste.
Esta mermelada no tiene nada que ver con la que venden elaborada en los supermercados; está tan dulce y sabrosa, que querrás repetir en las tostadas con mantequilla. Como ya la había probado en el curso, yo hice en casa la de manzana, que tampoco está nada mal.
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